- Fraccionar la ingesta diaria en 4 o 5 comidas para un buen reparto de las calorías.
- No saltarse ninguna comida ni “picar” entre horas.
- Comer en un ambiente relajado, sin prisas.
- Aumentar el aporte de fibra alimentaria a través del consumo de un mínimo de 5 raciones diarias de verduras y frutas.
- No abusar de los alimentos más flatulentos (en caso de meteorismo) como: legumbres, col, coliflor, coles de bruselas, alcachofas, nabos, cebolla y manzana cruda, melón, sandía, chocolate, frutos secos y setas.
- Utilizar cocciones ligeras como el horno, la plancha, el vapor, el papillote o el hervido y limitar las más grasas (fritos, rebozados, empanados).
- Reducir el aporte de azúcares refinados presentes en caramelos, pasteles, azúcar de mesa, bebidas azucaradas, etc. y aumentar el consumo de los azúcares complejos presentes en los cereales integrales, legumbres y papas.
- Utiliza como fuente principal de grasas el aceite de oliva extravirgen.
- Bebe suficientes líquidos (alrededor de 2 litros diarios).
- No consumas bebida alcoholicas.
- Mantente en un peso adecuado.
- Realizar ejercicio físico moderado y adaptado a tus características personales.
Fuente:
http://www.eldietista.es/articulos/enfermedades/fibromialgia.php